Reflexiones acerca de la logogenia a partir de una experiencia directa con ella

ELIANA LUCÍA FERNÁNDEZ BOTERO
eliana.fernandez@dimecolombia.org

(Septiembre de 2005)

Hace 12 años, la lingüista italiana Bruna Radelli, propuso un método llamado Logogenia, para que los sordos puedan leer y escribir como cualquier coetáneo oyente de su edad.
Este método se viene implementando desde entonces en Italia, España, Portugal, México y ahora en Colombia

Después de trabajar durante 12 años con sordos en una institución con enfoque oralista, tuve la oportunidad, hace 3 años, de cursar el diplomado de Logogenia en México, en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y he venido implementando el método durante dos años en la Fundación Pro débiles Auditivos de Medellín Colombia haciendo práctica directa con niños sordos y haciendo el seguimiento a la aplicación de la Logogenia a propósito del diplomado que impartí allí para el personal docente de la institución.
En los últimos 5 meses he trabajado además en sesiones de logogenia con otros casos de niños que están siendo sometidos a una propuesta bilingüe en otra institución para sordos que ofrece atención para niños y adolescentes con este enfoque.

En este artículo expresaré mi elaboración personal acerca de lo que es la Logogenia, su sustento, su procedimiento, su pretensión, mi sentir frente a ella y las conclusiones que puedo formular a partir de esta experiencia con la Logogenia hasta este momento, dejando claro que no puedo decir que haya concluido aún con ninguno de los casos, su proceso de logogenización.

En un próximo artículo presentaré un informe específico de la evolución de los casos directamente trabajados por mí y de los que he sido testigo además, que hasta la fecha son 34 y se agrupan en cuatro subgrupos:

- Un primero grupo de alumnos entre 10 y 17 años que antes de iniciar la Logogenia, tenían competencia comunicativa en lengua oral, es decir, que se comunicaban oralmente con un lenguaje agramatical en casi todas las estructuras, con un vocabulario prácticamente referido a la cotidianidad y más bien limitado, con una comprensión de la lengua oral por lectura labio facial también limitada.
A nivel de comprensión de lectura su desempeño se refería a la comprensión de oraciones cortas y textos muy sencillos; y la expresión, a oraciones casi siempre agramaticales.
Estos casos están en el proceso de logogenización con el fin de que puedan pasar de la competencia comunicativa en lengua escrita a la competencia lingüística.

- Un segundo grupo de niños con edades entre 9 y 14 años que al inicio de la logogenización no tenían competencia lingüística ni comunicativa en ninguna lengua, es decir , ni en lengua oral ni en lengua de señas. No comprendían ni expresaban prácticamente nada a través de ningún código específico sino a través de gestos y señas naturales. Algunos de estos casos habían estado en escolaridad con metodologías de enfoque oralista sin obtener logros a este nivel y otros no habían tenido nunca ninguna oportunidad de escolaridad ni con sordos ni con oyentes.

-Un tercer grupo de niños de 5 y 6 años que han estado en procesos de oralización pero que no tienen competencia comunicativa en lengua oral, es decir que aún no han empezado a tener comprensión del lenguaje hablado y que se expresan todo el tiempo usando la voz para articular casi siempre palabras sueltas con articulación aproximada y limitada y que no han iniciado su proceso de adquisición de la lectura y escritura y con ellos se hace un proceso paralelo de oralización y logogenización.

-Y un cuarto grupo, con el cual inicié más recientemente, con edades entre 8 y 14 años, que tienen competencia comunicativa en lengua de señas, es decir, que se comunican todo el tiempo a través de esta lengua y que no tienen al inicio del proceso de logogenización, competencia en lengua escrita más que la que les permite comprender pocas palabras aisladas y escribir también palabras aisladas únicamente.

La logogenia es un método que se fundamenta en la teoría de la Gramática Generativa Transformacional de Chomsky la cual tiene una mirada innatista respecto al lenguaje. Espero poder hablar en términos sencillos acerca de lo que hace la Logogenia vista desde esta postura.
Hablar de una postura innatista implica partir de que el lenguaje es una facultad humana con la cual nacemos, que nos da la posibilidad de adquirir cualquier lengua en la cual estemos inmersos.
La competencia que poseemos en la lengua que hemos adquirido desde niños (en nuestro caso el español) es, en términos de Chomsky, un estado de nuestra facultad para el lenguaje (2003) y de cierta manera, es el resultado de poseer esa facultad y adicionalmente, de la experiencia de exposición a esa lengua que hablan nuestros padres, maestros, familiares etc

El proceso de adquisición de una lengua desde esta mirada de la Gramática Generativo Trasformacional de Chomsky, es un proceso natural en el cual esa facultad para el lenguaje que es una facultad biológica innata, genéticamente determinada, está expuesta a un input que es la lengua oral .Ese input (lengua oral a la cual está expuesta el niño oyente) “activa” los mecanismos de adquisición de esa lengua en él.

En ese proceso, el sujeto hace muchas cosas, entre otras, va conociendo la semántica (obviamente no toda) y las reglas de formación semántica de esa lengua, va construyendo las reglas fonológicas de ella y dentro de esto, por ejemplo discrimina cuales combinaciones de fonemas pertenecen a esa lengua y cuales no: En español sabrá por ejemplo que la combinación “pra” pertenece a su lengua pero la combinación stchk no pertenece a ella.
También va construyendo las reglas sintácticas, es decir, conoce (como saber implícito) las reglas que tienen que ver con el orden en que pueden estar dispuestos los elementos en las oraciones de una lengua y además del orden, la forma que deben asumir esos elementos dentro de las oraciones para que esas oraciones estén correctas, es decir gramaticales, lo cual significa que se ajustan a las reglas de formación de la sintaxis de esa lengua.
Concretamente, cuando alguien posee competencia en la lengua oral, entonces “sabe” (cómo se forman las oraciones y en que orden deben aparecer los elementos de una oración y sabe por ejemplo que en su lengua (para nuestro caso el español), en la oración:

“El carro azul es bonito” el orden está correcto, es decir, en términos técnicos, la oración es gramatical.
Pero que en la oración:
“El azul carro es bonito” el orden no es el correcto, es decir la oración es agramatical.

Así también y por su parte la persona competente en inglés reconoce como gramatical o “correcta la oración”
“The blue car is beautiful” en cuyo caso los elementos también están dispuestos en un orden determinado de acuerdo a las reglas sintácticas de esa lengua en particular.(Que no coinciden con el orden del español)

La persona que conoce su lengua (el español) además de “conocer” acerca del orden de los elementos de la oración, conoce de la forma de los elementos y sabe que si dice:
“El carro azul es bonito”, está correcto, pero si dice
“El carro azul es bonita” no es correcto, esto, porque ha adquirido las reglas de formación sintáctica de su lengua, además, sin que nadie se lo haya explicado.

En el “juego” de acceder a los saberes acerca de una lengua, esto es, entre otros, los saberes relacionados con las reglas fonológicas, semánticas y sintácticas de una lengua se están conociendo también las excepciones a esas reglas.

Este proceso de formulación de las reglas y las excepciones es un proceso en el que no está implicado un proceso de aprendizaje, pues nosotros llegamos a saber que a veces debemos por ejemplo usar el artículo en una oración y a veces no, porque lo inferimos en el contacto con la lengua y no porque alguien explícitamente nos lo haya dicho o enseñado.

En este punto y para ilustrar lo último que expresé voy a remitirme a uno de los tantos ejemplos ofrecidos por la Dra Radelli en sus conferencias .

En la oración

* “Muchacho llegó” que es agramatical, hace falta colocar el artículo “El”
y así la oración quedaría:

“El muchacho llegó” . Oración ahora sí, Gramatical.

Entonces parecería que se formula una regla general de necesidad del artículo antes de un sustantivo.

Y luego encontramos una oración como:

“Tengo miedo”. Que es una oración gramatical, a la cual, si pongo el artículo “El” antes del sustantivo, la convierto en agramatical y quedaría * “Tengo el miedo”

¿Quién y cuándo nos enseñó a nosotros cuándo la presencia o ausencia del artículo hace que la oración esté correcta o gramatical y cuándo no?

Nadie!

¿Quien nos enseñó que a veces la presencia de un artículo da un sentido a una oración y la ausencia da otro sentido, como en las oraciones:

(También ejemplos de Bruna Radelli)

1. María tomó dos litros de refresco del refrigerador
2. María tomó los dos litros de refresco del refrigerador

En la primera oración podemos decir que su sentido nos permite saber que en el refrigerador había dos litros por lo menos y no sabemos si había más o no

En la segunda oración sabemos que había sólo dos litros de refresco

¿Quién nos enseñó que cuando quiero decir una cosa uso el artículo y cuando quiero decir la otra no lo uso?

¿Podríamos explicar la razón por la cual usamos o no el artículo en una u otra oración?
No es posible!. Y es por eso que no es posible enseñar una lengua... porque este tipo de saberes involucrados en lo que es saber una lengua no se aprende ni se enseña sino que se adquieren por la exposición a ella y por efectos de poseer nuestra facultad innata para el lenguaje.

De lo dicho hasta aquí entonces, sabemos que el niño que adquiere la lengua, en su inmersión en ella “formula reglas”y luego usa la lengua de acuerdo a esas reglas aún sin saber explicar, (lo que además no requiere hacer) por qué por ejemplo, en una oración debe usar el artículo y en otra oración no debe hacerlo.

Este es el tipo de conocimiento que no está presente en la lengua oral de los sordos que han hecho un proceso de “aprendizaje de la lengua oral” y el tipo de conocimiento que no está presente en la lengua escrita de otros sordos que han “aprendido” a leer y escribir una lengua de la cual no alcanzan a conocer sino los elementos semánticos pero no la sintaxis de ésta.

Desde la mirada de la Gramática Generativo Transformacional, el componente central de una lengua es la sintaxis; no tener el pleno conocimiento de la sintaxis de una lengua es lo que hace que un sujeto, aún teniendo conocimiento de un amplio número de “palabras” de esa lengua no pueda tener un manejo de ella más que para comunicar algunas ideas, tal como lo hace un extranjero para resolver en la interacción, asuntos cotidianos.

Éstos, como todos los otros saberes respecto a nuestra lengua, son los saberes: “reglas y excepciones” acerca de cómo funciona esa lengua que vamos adquiriendo en el proceso natural de estar inmersos en ella porque podemos oír esa lengua que es auditivo vocal.

En Logogenia, lo que un niño sordo hace al entrar en contacto con la lengua escrita es permitir que ésta, que es en este caso el input, “active” el mecanismo de la adquisición de la lengua, que está en la facultad para el lenguaje, que él como ser humano posee y sigue poseyendo aunque sea sordo, pues esa facultad, no está en su oído sino en su cerebro.

En Logogenia, el input que dispara pues el proceso de adquisición de la lengua escrita es la misma lengua escrita y la exposición de este niño sordo a esa lengua, la hace inicialmente en la interacción con el logogenista y luego en el contacto con la lengua escrita donde quiera que esté: en el bus, en el periódico, en los escritos que le ofrecen los compañeros, los maestros, su familia y en las mismas expresiones que él hace a través de la lengua que va adquiriendo

El niño sordo, con su facultad para el lenguaje, en la primera sesión de Logogenia está frente al logogenista que empieza a presentarle la lengua por escrito en forma de pares mínimos, que son pares de oraciones que se diferencian en un sólo elemento y que tienen forma de órdenes, para que el niño las lea y ejecute lo que dice en ellas.
El logogenista escribe por ejemplo al niño :

Dame el lápiz.
Dame el sacapuntas.

Tira la caja.
Dame la caja.

Pon el cuaderno encima del lápiz.
Pon el lápiz encima del cuaderno.

(Para mayor detalle, remito al lector al texto “La Logogenia en el desarrollo de los sordos de Bruna Radelli, 1999)

Ésta es una manera artificial de entrar en contacto con una lengua y es así como la Logogenia a partir de un procedimiento inicialmente artificial activa un mecanismo natural de adquisición de una lengua.

¿En qué consiste la artificialidad de la Logogenia?
Si miramos la forma natural como un niño adquiere la lengua , su contacto no es con oraciones que se dicen siempre en forma de orden, es decir, la mamá de un bebé, no dice los primeros días o meses al bebé órdenes todo el tiempo, ni tampoco oraciones en pares. En ese procedimiento de presentar el input linguístico en pares mínimos en forma de órdenes para activar la facultad para el lenguaje y propiciar la adquisición de la lengua escrita en los sordos, está una parte de la artificialidad de la Logogenia; y para mí, personalmente, es esa una de las tantas expresiones de la genialidad y el ingenio de la Dra Radelli, pues a través de presentar pares mínimos que además conllevan oposiciones principalmente sintácticas, la Dra Radelli está partiendo de dos principios fundamentales y complejos como son el principio de oposición y el principio de la centralidad de la sintaxis en las lenguas, y pone a funcionar esos dos grandes principios en una actividad “simple” como es la de dar órdenes por escrito a un niño sordo que sin haber tenido ninguna experiencia con la escritura y aún sin haber tenido experiencia de contacto con ninguna otra lengua, comienza a comprender esas órdenes a lo largo de una sesión de una hora y a partir de esto, entra en contacto con esa lengua escrita para adquirirla.

La Logogenia pretende entonces que los niños sordos adquieran la lengua escrita, no que la aprendan y ese proceso de adquisición de la lengua mediante la logogenización, los niños sordos lo llevan a cabo a partir de un mecanismo tan natural como el involucrado en la adquisición de la lengua oral en un niño oyente, sólo que en el caso de la Logogenia ese mecanismo se activa mediante un procedimiento inicialmente artificial de exposición a la lengua.

El niño oyente está inmerso en la lengua a través oír lo que dicen su madre, familia y otras personas cercanas.
La lengua a la que se expone no es “toda la lengua” sino lo que dicen estas personas que no llega a ser todas las palabras de esa lengua ni todas las posibles estructuras de la misma.
Con estar expuesto a esta “parte” de lengua, desarrolla la competencia en ella y podrá entender y expresar luego oraciones que no había escuchado jamás y podrá comprender el significado de palabras nuevas cada día.

En Logogenia, el niño se expone también a una “parte” de la lengua y esa parte de la lengua en el caso de la Logogenia no son desde el inicio las oraciones que oye un niño oyente sino que es un “fragmento” de la lengua escrita, oraciones en forma de órdenes y que son presentadas de manera especial como lo veremos más adelante.

En el trabajo con Logogenia se lleva a cabo un proceso en el que no interviene ninguna otra lengua porque como ya lo sabemos por recomendación de la Dra Radelli, en las sesiones de Logogenia no se hacen señas, no se habla, ni se hace intervenir nada que no sea la misma escritura, pues se pretende que el niño sordo adquiera la lengua escrita a través de la lengua escrita, tal como el niño oyente adquiere la lengua oral a través de la lengua oral.
En el proceso de adquisición de la lengua oral, un niño oyente que está adquiriendo la lengua pregunta a su mamá “¿Qué es un despertador?”porque ésta es una palabra nueva para él y su madre no le explica lo que es un despertador a través de otra lengua como el chino o el japonés o la lengua de señas sino a través de la misma lengua... es así como adquirimos la lengua a través de la misma lengua y es por eso que en las sesiones de Logogenia, la lengua a través de la cual se adquiere la lengua escrita es la lengua escrita y por eso en Logogenia no se hacen señas, ni se habla, ni se hace intervenir nada que no sea lengua escrita.
A partir de la primera sesión, el logogenista presenta al niño sordo diversos pares mínimos que son expresión de diferentes tipos de oposición y que son oposiciones principalmente sintácticas relacionadas con la forma de los elementos de las oraciones y el orden de tales elementos .
Comprender los principios involucrados en los pares mínimos, los tipos de oposición y la manera como se presentan al niño en forma de órdenes, son parte de lo que se “aprende “ en el diplomado para ser logogenista y es algo que además se logra en medio de la práctica supervisada por un logogenista con experiencia en principio y en la práctica permanente con los niños en la aplicación de la Logogenia. Por eso no es factible convertirse en logogenista leyendo artículos como éste o asistiendo a charlas sobre Logogenia.

Después de un tiempo de trabajo con pares mínimos se empieza el trabajo con otro tipo de elementos de la lengua escrita y se pone al niño sordo en contacto no sólo con oraciones en forma de orden, sino con las oraciones de la lengua escrita que están en los cuentos infantiles, con las oraciones que usamos en el día a día en diálogos, con las oraciones que usamos cuando narramos historias, etc a través de diversas actividades y formas de trabajo con el logogenista.

Este es un punto en el cual uno como logogenista se sorprende día a día con lo que hace ese niño sordo que unos meses atrás no tenia ni interés ni posibilidad de entrar en contacto con la lengua escrita: Muestra una increíble motivación por sostener diálogos por escrito con el logogenista, preguntarle y contarle cosas de su vida privada, tomarle el pelo, hacer chistes ,quiere cada vez saber más de la lengua escrita, quiere leer y escribir todo el tiempo para comunicarse, quiere preguntar ¿qué es esto? cuando no conoce una palabra (así como lo hacen los niños oyentes) se le vuelve un reto saber lo que dice en una orden, en un cuento, en un chiste escrito.

A partir de este momento, el trabajo no lo hace el niño sólo con el logogenista sino el niño con el medio que le proporciona experiencias de contacto con la lengua escrita y con su facultad lingüística que se expone a la lengua escrita para adquirirla, dando pie a la parte natural del proceso de logogenización que es el proceso de adquisición de la lengua (escrita) por la exposición a ella.

El niño durante esta exposición, hace lo mismo que hacemos los oyentes en el proceso de adquisición de la lengua oral que oímos: entre otras cosas, como expresé antes, extraemos las reglas de formación de esa lengua,(las reglas fonológicas que para la lengua escrita serían reglas grafemáticas) de esa lengua en particular, las reglas semánticas y el vocabulario de esa lengua y las reglas y excepciones de la sintaxis de esa lengua.
Cuando se tiene la experiencia de “logogenizar” un niño sordo, lo que efectivamente uno puede ver, es la manera como él va adquiriendo esa lengua, apropiándose de ella y haciendo uso de ella en todos los contextos porque es así como lo hace el niño oyente que va adquiriendo su lengua.
A este respecto, lo que puede uno ver es que lo que hace un niño sordo expuesto a la Logogenia es ir construyendo hipótesis acerca de las reglas de formación de esa lengua y entonces permite al logogenista palpar en vivo y en directo el proceso, permitiendo que quede plasmado cada paso en su cuaderno y así como nos maravillamos de oír a los pequeños oyentes decir “el papel está rompido” aplicando una regla adquirida en el contacto natural con su lengua y luego vemos que descubre que allí hay necesidad de formular una excepción a esa regla para decir roto y no rompido, en el proceso de adquisición de la lengua escrita en un niño sordo, el logogenista puede ver como el niño escribe:

La camisa roja es bonita
El carro rojo es bonito
El pantalón rojón es bonitón

Y cómo luego ese niño sordo va modificando sus hipótesis para comprender que lo “correcto” (gramatical) es:

“El pantalón rojo es bonito”...

¡Ahí está lo emocionante de ser logogenista! En palpar esos fenómenos de adquisición de la lengua por parte de un niño sordo y adicionalmente, en el hecho de saber que allí frente a ese niño, está uno, para simplemente, propiciar que ese ser humano que posee la maravillosa facultad para el lenguaje pueda “echarla a andar” para conseguir un estado particular de esa facultad que es la competencia en una lengua a través de la cual pueda acceder a la cultura, a la integración escolar o a lo que él quiera!

La Logogenia lo que hace entonces es, activar un proceso natural que es el proceso de adquisición de una lengua y en este caso la lengua no es auditivo vocal sino escrita, a partir de un proceso artificial, en principio, como lo es la exposición a pares mínimos.

Desde la mirada de la Gramática Generativa, otro principio dice que “el lenguaje genera un conjunto infinito de expresiones” (Chomsky, la arquitectura del lenguaje, 2002 p.27).a partir de un conjunto finito de elementos. De ahí que una de las características que se atribuyen al lenguaje desde tal teoría, es la de la creatividad, de lo cual también se puede dar cuenta en Logogenia cuando uno observa que los niños comprenden y expresan oraciones que no habían leído antes, oraciones que además, distan cada vez más de los pares mínimos inicialmente presentados en ese proceso.
Esta observación que uno hace de un niño en el proceso de logogenización, deja sin piso la posible creencia que muchas personas puedan tener acerca de la Logogenia sin conocer sobre ella y es la de juzgar el proceso de contacto inicial con pares mínimos como un proceso de memorización de órdenes, quedando con la idea de que en Logogenia el niño “aprende o memoriza lo que dice” en unas cuantas oraciones.
Lo que se observa en el proceso en realidad es que en principio el niño adquiere unos elementos dentro de ciertas estructuras y luego puede con esos mismos elementos producir o comprender estructuras diferentes,

Por ejemplo:
En las sesiones iniciales de Logogenia yo puedo trabajar en la comprensión de órdenes como:

Dame el borrador
Tira el borrador

Toca la silla y la mesa
Toca la silla o la mesa

Dame los carros grandes
Dame los carros pequeños.

Con esos elementos que el niño sordo puede comprender en unas cuantas sesiones de Logogenia, podrían formarse una gran cantidad de nuevas estructuras.

Por ejemplo;

Dame el borrador y el carro pequeño o tira la silla grande.

Esta es una nueva estructura a la cual no había expuesto antes al niño en el trabajo de Logogenia y sin embargo, puede perfectamente comprenderla

Este es el tipo de logros que puede hacer un ser humano por la condición de poseer la facultad para el lenguaje y que seguramente un chimpancé después de un trabajo similar no podría conseguir.
Por eso en Logogenia el niño no hace un proceso mecánico de memorización sino que adquiere unos elementos finitos que son el léxico y las reglas de formación de esa lengua y con esos elementos finitos podrá comprender y producir un número infinito de estructuras.

¿Hasta dónde llega el proceso de la Logogenia con la lengua escrita?
La Logogenia se trabaja con “ niños entre 5 y 17 años “llevándolos a tener la capacidad de comprender lo que leen y de escribir correctamente tal como lo haría cualquier coetáneo oyente”. (Radelli, Bruna, 2000 p.1) En este punto me parece pertinente mencionar que el desempeño promedio de nuestras poblaciones oyentes de estas edades, en comprensión y expresión de lengua escrita les permite comprender textos académicos de las diversas asignaturas a un nivel de segundo o tercero de básica primaria. La comprensión que va más allá de este tipo de textos en nuestro medio la logran algunos alumnos, ojalá fueran la mayoría, que continúan exponiéndose a la lengua escrita y desarrollando su competencia tanto a nivel comprensivo como expresivo en ella.
Si logramos que nuestros alumnos sordos desarrollen competencia en lengua escrita para que puedan leer como sus coetáneos oyentes, es decir, si logramos llevarlos a comprender “real y completamente” textos escolares correspondientes a un tercer grado escolar de básica primaria, estaremos logrando para ellos el nivel de competencia que requieren para continuar ellos solos sin más acompañamiento de logogenista alguna, su proceso de desarrollo de competencia en la lengua escrita, en el contacto permanente con ella, tal como lo hacen los oyentes que acceden a niveles cada vez más altos y así hasta el infinito, pues no podríamos decir hasta donde llega el máximo nivel de desempeño posible en una lengua.
Lograr esto para los sordos, considero que es ya un aporte lo suficientemente valioso como para considerar a la Logogenia de gran impacto en esta población; y si más allá, logramos a través de la logogenización que los sordos lleguen a tener la competencia linguísitica en la lengua escrita, esto es, según los criterios planteados por la Dra Radelli: Discriminar la agramaticalidad de la gramaticalidad, discriminar y comprender la ambigüedad y comprender la metáfora, (Radelli Bruna1994) pues con mayor razón podremos estar más que satisfechos y agradecidos con la Logogenia.

Lograr que un sordo a través de un proceso de logogenización llegue a tener competencia lingüística en la lengua escrita es equivalente a lo que logra un niño oyente a sus 5 o 6 años en la lengua oral, con la cual interactúa con el mundo, para llegar a ser en el futuro un destacado orador o para hacer uso de la lengua interactuando en la plaza de mercado con sus clientes.
Así, un niño sordo a través de la Logogenia, podrá adquirir la lengua escrita y dependiendo de las experiencias que tenga con ella y con el mundo, podrá llegar a diversos niveles de desempeño en esta lengua, pues dicho sea de paso, cada ser humano lleva el desarrollo de todos sus potenciales hasta el nivel que sus experiencias y su motivación se lo posibiliten.

A manera de conclusión y a partir de la experiencia con la Logogenia en este corto tiempo, puedo decir que los niños en proceso de logogenización de que he sido testigo, han empezado rápidamente a usar la escritura para comunicarse, a interesarse en la lengua escrita, y a demostrar una evolución en ella similar a la que se observa en el desarrollo de la lengua oral en los oyentes, que la adquirimos naturalmente.
Adicionalmente a estas observaciones, también puedo hablar de algunas circunstancias especiales en las cuales no se ha observado una evolución como la que he descrito en este texto y serán el tema de otro artículo en el cual describiré con mayor detalle los logros, limitaciones y diferencia de respuestas entre uno y otro caso de los que he tenido posibilidad de trabajar.

Espero tener la oportunidad de continuar y concluir muchos procesos de logogenización con niños sordos y sospecho que podré continuar atreviéndome a decir, desde mi experiencia, que los logros observados a partir de la aplicación de la Logogenia apoyan plenamente la hipótesis de que la lengua escrita y su proceso de adquisición a través de la Logogenia, comparten con la lengua oral y su proceso de adquisición, el fundamento innato de la facultad que posee el hombre para la adquisición de la competencia lingüística en cualquier lengua.

BIBLIOGRAFIA

-Chomsky, Noam. La arquitectura del lenguaje. Barcelona, Ed Kairós 2003.

-Radelli, Bruna. La logogenia en el desarrollo de los sordos. Memorias del XV congreso FEPAL, Facultad de ciencias de la educación de la Univesrsidad de A Coruña, España, 1999

-Radelli, Bruna. Memorias del II encuentro de lingüística en el Noroeste . Divisi{on de humanidades, Universidad de Sonora, Hertmosillo, 2000.

-Radelli Bruna Agramaticalidad, ambigüedad sintáctica y metáfora: Criterios e instrumentos para evaluar la adquisición de la competencia lingüística. Revista Dimensión antropológica , Año 1 vol 1 INAH 1994.

   
 
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